La salud de tu mascota también protege tu vida.
Cada 28 de septiembre, el mundo conmemora el Día Mundial contra la Rabia, una enfermedad zoonótica que ha cobrado millones de vidas a lo largo de la historia y que, a pesar de los avances, sigue presente. Y aunque solemos pensar que es un mal lejano, la realidad nos recuerda lo contrario: en México, se han registrado nuevos contagios en personas, lo que enciende las alertas.
El Dr. Fausto Reyes Delgado, director médico del Hospital Veterinario UNAM-Banfield, lo explica con claridad:
“La vacunación oportuna es la manera más eficaz, económica y sencilla de mantener la rabia bajo control.
Los principales transmisores
Aunque se cree que ratas o ratones pueden transmitir la enfermedad, lo cierto es que los principales transmisores de rabia al ser humano son los perros y los gatos, porque son los animales con los que más convivimos.
La rabia se presenta de dos formas:
- Paralítica, que afecta a roedores y los mata sin llegar a contagiar.
- Furiosa, la más peligrosa, porque provoca conductas agresivas en perros y gatos, aumentando el riesgo de mordeduras.
Durante décadas, México fue un ejemplo mundial gracias a las campañas masivas de vacunación que erradicaron la rabia urbana. El último caso en humanos llevaba más de 10 años sin registrarse… hasta que recientemente se confirmaron nuevos contagios.
Por ello, la vacunación no puede postergarse ni olvidarse. La ley mexicana establece que debe aplicarse cada año, respetando la fecha original. Si tu mascota se vacunó en diciembre, cada diciembre debe recibir el refuerzo.
No hacerlo no solo pone en riesgo a tu perro o gato, sino también a tu familia y a toda la comunidad.
Vacunar contra la rabia es más que cumplir con un requisito legal:
- Protege la vida de tu mascota.
- Evita brotes en comunidades.
- Defiende la salud de tu familia.
- Contribuye a mantener a México libre de rabia urbana.
La rabia sigue siendo una amenaza real. La única barrera efectiva es la vacunación anual, acompañada de educación y prevención permanentes.
Recordar la fecha de la vacuna no es un trámite burocrático: es un compromiso con la vida de quienes amamos y con la salud pública de todo un país.
